a propósito de la muestra Un diálogo de signos (Ciudad de Buenos Aires. Paraná 1133. Hasta el 30 de junio)
Hay un León que escribe.
Con gesto minucioso, deletrea las letras de la palabra Cristo.
Debajo de esas letras, la forma de un avión,
bombardero feroz para el Vietnam en armas.
León sigue escribiendo: ahora traza un mapa.
Es la forma de un cono, y al medio de ese cono la V de la victoria.
Ahí hace una boina, bandera de color con Venezuela, Bolivia y Ecuador,
encima del país de la molienda.
Trigo y café. Y un verde corredor para los nombres
que hicieron florecer la palabra de América:
San Martín y Bolívar, y un poco más al norte de la palabra historia
la gran sombra del Ché, sombra Sandino,
agigantada y fuerte a la hora del mate.
Ahora este León se ha puesto a descansar:
mira cómo unas viejas con rosarios de soja
intentan corregir su don de ortografía.
Y se pone a rugir como riendo,
satisfecho y feliz porque ha cumplido,
mientras lee a Michaux en su breve descanso.
Hay un León que escribe. Ferrari es su apellido.
Si lo ven por ahí denle las gracias.
Algo de lo que se puede escuchar
*Horacio López y una charla sobre el Bicentenario
*Cultura, política y actualidad: revista Sudestada
*Alberto Szpunberg en vivo. Poesía y militancia
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