Sábados de 19 a 20 hs
FM La Tribu 88.7

martes, 28 de julio de 2009

Programa del 25/07/09

Editorial
(por Carlos J. Aldazábal)

Supongamos que una mujer camina al lado nuestro y tiene frío. Supongamos que opina en voz alta sobre los inconvenientes del clima, sobre todo a esas horas, y lo bueno que sería beber un chocolate. Una reacción típica, de parte nuestra, sería proponer caminar abrazados, llegar a algún café, tomar el chocolate, y luego nuevamente, sin perder el abrazo, salir a la intemperie para llegar dichosos a buen puerto. Una repuesta típica a tamaña propuesta (hablamos de un invierno en Buenos Aires) sería un “mejor no”, “no te confundas”, “es sólo una opinión de meteorología”.
Ahora supongamos otra escena. Aquí ya no hay mujer: hay un hombre postrado en su lecho de muerte y la típica expresión es el aliento, ignorar la tormenta, el gris que da la tarde, las ganas de putear mientras se llora. Lo típico del caso, el resignarse, porque el aliento inútil prevalece a la pena.
Podemos suponer, para salir del cuadro, una escena distinta. Aquí ya no se trata de lo típico, más bien de lo contrario. El cuadro ocurre lejos: una línea invisible que se llama frontera (Honduras, Nicaragua) y ahí, en contra de los usos y costumbres (eso de que lo típico es el golpe de estado), un pueblo que resiste.
Feliz anomalía en este invierno típico, aunque la noticia nos llegue a través de CNN, el típico canal de las noticias…


Algo de lo que se puede escuchar:

nuevo director de
Los Macocos en "Pequeño papá ilustrado"
Julian Howard


el curador
la muestra de Scalabrini Ortiz
Marcos Lohlé

me darás mil hijos
Mariano Fernández
reci-portaje-en-vivo

lunes, 20 de julio de 2009

Programa del 18 de julio

Editorial
(por Walter Alegre)

Salen cansados antes de cansarse, porque trabajan con cosas cansadas, usadas y descartadas.

Sus ilusiones se conforman con retazos de los sueños de otros.

Son hijos de una población descartable.

Espectros de una realidad que no conviene ver.

Los ciudadanos decentes los desprecian, por eso llegan con las primeras sombras y ya no están cuando vuelve el sol.

Esta población en tránsito organiza meticulosamente los materiales y los clasifica en silencio.

Dicen que algún dios o demonio hace lo mismo por las noches con nosotros.

Caballos cansados de estar flacos acompañan la faena.

¿Que papel juegan los cartoneros? ¿A quiénes le cobrarán la factura de esta ignominia?.

Será mejor revisar nuestras viejas cuentas, porque mirando el viejo pasado que trajo este presente y quema toda posibilidad de futuro allá, al final, nos espera el espejo.

Dialéctica del amor y el odio

¿Y nosotros que culpa tenemos? nos preguntamos...

No alcanza con ponerse en guardia, los escudos son de papel, hacia allí vamos.

Al borde del abismo nos espera la noche y un caballo cansado de estar cansado arrastrará nuestro carro.



Algo de lo que se puede escuchar

Santiago Varela
de Tato Bores a las Biografías Espantosas

Héctor Urruspuru
poeta del abasto


Zeitgeist
algo más que una película en la net
http://www.thezeitgeistmovement.com
http://www.zeitgeistargentina.com

domingo, 12 de julio de 2009

Programa del 11/07/09

Editorial
(por Carlos J. Aldazábal)

Hoy podría hablar de mi sobrina jugando entre las mesas de un hotel, con el desenfado esperanzado de sus tres años llenos de curiosidad. Podría hablar de una mujer bailando en mis recuerdos y de su confusa timidez disfrazada de loba. Podría hablar de una mañana helada, pero llena de sol, de una brisa espesa, casi neblinosa, apta para los paracaídas y las nubes. De una canción lejana, con aire de chacarera, en la extraordinaria voz de la gran Mercedes. Podría hablar de las pequeñas magias que ocurren en el país de las pérdidas, de los rayitos de luz que disipan la incertidumbre. Podría hablar del misterio, esa chispa vital que oculta las causas de lo desconocido.

Podría hablar de todo eso, pero sólo sería un modo de evocar aquel viaje a Colonia, aquella puesta de sol en lo alto de un faro, cuando el mundo nacía, para mis ojos, implacable y gentil en la hermosura de la noche.


Algo de lo que se puede escuchar


Bruno Di Benedetto

de Avellaneda a Puerto Madryn con la poesía a cuestas


Mariana Caumon

reci-portaje en vivo


miércoles, 8 de julio de 2009

Programa del 04/07/09

Editorial
(por Walter Alegre)

Mi gata es tan chiquita que no sabe leer.

Por eso juega tranquila mientras en mi monitor se cae un avión o rescatan del pasado un golpe de estado bananero.

Ella sólo está preocupada por comer, jugar y dormir.

El mundo que conocimos hace sólo unos minutos ya no existe, lo domina una nube triste y letal de pestes y pandemias.

Las bicentenarias glorias pasadas dejan lugar a esta patética pena.

La épica de estos días pasa por defendernos de la revulsiva derecha que nos ataca impiadosamente mientras se cae otro avión en África.

Y Julieta, que así se llama mi gata porque apareció de la nada en el balcón, cree que vino a este mundo con el mandato de destrozar, con sus atávicos dientes de tigre, el cordón de mi zapato derecho culpable de que en los países más avanzados metan en la cárcel a negros acusados del delito de tener hambre y en los más atrasados se muela a palos a los que se les prueba el delito de no tener adonde dormir.

Ella vive en su universo chiquito de mi monoambiente, refugio de bohemios en la noche avanzada, como si fuera el mundo todo. Y allí la luz, las ausencias, el frío y el calor, el arte y la risa, la lluvia de nostalgias y mis cuadros conviven, mientras ella y yo observamos el circo del mundo que nos instalaron en nuestras narices.

Por suerte todas las noches un hidalgo caballero salta de la biblioteca para tomarse unos vinos y alejar a los demonios de viento que nos acosan.

Julieta, que solo tiene unos meses de vida, conoce todo el pasado y sabe que el futuro será nuestro si al presente lo asaltamos con amor.

Por eso para ella y para mí lo importante es comer, jugar y dormir.


Algo de lo que se puede escuchar

Sergio De Matteo, poeta y militante

Juan Vattuone, un tanguero del siglo XXI

miércoles, 1 de julio de 2009

Programa del 27/06/09

Editorial

(por Carlos J. Aldazábal, a propósito de una nueva traducción de Kafka)

Releo a Kafka. Siempre es bueno volver a él para comprender los laberintos de la burocracia, la inexplicable lógica del poder, las entradas ocultas que no conducen a ninguna parte, pero ante las cuales la humanidad permanece acurrucada y temerosa apabullada frente al dedo de la culpa que le toca la frente.

Gregorio Samsa se ha multiplicado: todos somos Gregorios extraviados en los laberintos de nuestra idiotez, aguardando el momento para construir nuestra guarida solitaria, y así sobrevivir a la hostilidad del mundo.

A veces, Gregorio aparece como estrella pop, y su triste cadáver de insecto se esconde detrás de un barbijo por donde se filtró el microbio de la imbecilidad. Otras veces, Gregorio se pone a caminar con sus patitas de cucaracha encima de una cinta de aerobic, y esa supuesta máquina de ejercicios se muestra con la evidente atrocidad de la censura: máquina de impedir, de tropezarse, de hacer que la hermosura se transforme en una manzana podrida sobre el lomo de un bicho despreciable.

Kafka no muestra salidas: está su Circo de Oklahoma, está esa América, que intenta imaginar como la tierra prometida, pero el laberinto oscuro del poder vuelve a apresarlo: otra vez un artista enfrentando un proceso con sus gemidos de cirujano mágico.

No hay literatura más realista que la de Kafka. Sus relatos, sin salida aparente, se vuelven advertencias severas contra los laberintos del poder. Y contra ese poder impiadoso y severo, el poder del artista, el poder de crear visiones asombrosas que nos mantienen despiertos, alertas, para que algún día Gregorio Samsa, antigua cucaracha temerosa, resucite con la integridad de un hombre nuevo.


Algo de lo que se puede escuchar


el suri porfiado presenta nuevos libros


El artista

una película producida por León Ferrari


Gloria Geverovich

Música en vivo