Sábados de 19 a 20 hs
FM La Tribu 88.7

lunes, 14 de diciembre de 2009

Programa del 12 de diciembre (último del año)

Editorial

por Carlos J. Aldazábal

Hoy es sábado 12 de diciembre de 2009, último día de la molienda. Urbana porque cuando empezamos el cuatro de abril, la ciudad se sacudía en el espasmo de las sorpresas. Y entre esas sorpresas estaba la noche, que acudía al encuentro de voces y sonidos.

Muchos amigos pasaron: Victoria Rodríguez Lacrouts, Alberto Szpunberg, Vicente Muleiro, Alorsa. Y en cada nuevo aliento, después de despedida, volver a comenzar con otra noche, otro destello azul para la música que atravesaba el aire entre poemas.

Moliendo el corazón, otro grano de trigo, otro mortero duro, otra pimienta. Así fue como el tiempo se escapaba, para luego quedarse en la memoria.

La memoria. La que todo lo guarda, alacena de lujo, mueblecito de luz en donde todo cabe. La que ampara las horas que se han ido, para que no pensemos que fue en vano el futuro. Ahí queda: urbana como el vidrio, americana y fuerte como el maíz y el llanto. Promesa de moler la gratitud y el sueño hasta que vuelva a arder, hasta que brote.


Algo de lo que se puede escuchar


Entrevista a Horacio Altuna


Los Lugones o la historia trágica de la Argentina



Programa del 5 de diciembre

Editorial

(por Walter Alegre)

La cúpula de la Iglesia, salvada de la piqueta porque es sagrada, bendice las cópulas que suceden frente a ella.

La estación domina el otro frente y, como un cíclope de cemento, se traga a los hombres.

Entrambos están los que perdieron el último tren y no tienen a donde ir.

Los chipá paraguayos son devorados por sirenas dominicanas que son devoradas por centauros de cartón.

La jauría de las hienas se disuelve cuando una víctima cae para volver a juntarse.

Guerreros del África venden amariconadas bisuterías mientras las frituras de las disquerías dan el marco sonoro a esta cinta sinfín.

Algunos gringos sacan fotos a una Latinoamérica falsa pero real.

Y yo sigo al borde del andén esperando que llegue mi tren en la estación Constitución.


Algo de lo que se puede escuchar


Valeria Cini en concierto


Kicuchi y Pereyra: 2 artistas en el CCC


sábado, 5 de diciembre de 2009

Programa del 28 de noviembre

Editorial
(por Carlos J. Aldazábal)

A la memoria de Patricio Jiménez

Desde esta orilla atisbo lo que fue: allá, en la infancia, los cerros verdes anticipaban la humedad del puerto, y más acá, cerca de la memoria, el tren de Alemanía remitía, desde la nostalgia, a la dura realidad de los ramales cerrados.
Eran rieles oxidados sobre el verde del monte, y en la estación un pequeño fantasma esperando a sus padres, muriendo en la orfandad del hombre que sería. Y el viaje de los trenes, con lo negro del cielo, devolviendo a la lluvia su tristeza.
Así hemos quedado, Patricio, con tu viaje: tristes de la lluvia porque moja tus huesos. Tistes por el barro que quedó en esta orilla, mientras tu tren te lleva hacia otra parte.
Ya nos encontraremos. Aún en la estación te estamos esperando, huérfanos de tu voz, espantados de nuevo por lo negro del cielo que se ha puesto a golpear como un hachero loco y asesino. Pero se escucha una canción y el temor se disipa. Y el cielo aclara y tu voz reverdece. Como un brote de infancia reverdece, resucita en el canto, tu voz en la estación como en la infancia...

Algo de lo que se puede escuchar

Silvia Maldonado y sus novelas

Casiana Torres y su nuevo disco


Programa del 21 de noviembre

Editorial

(por Walter Alegre)


La lluvia derrite la pintura de los payasos, mientras los truenos revelan los secretos del mago.

Los pelos de la mujer barbuda vuelan sobre los tigres de bengala que se esfuerzan por agarrarlos.

Las trapecistas se resbalan y caen sin red sobre el hombre bala que se debate entre la asfixia porque se le mojó la mecha.

Su propia inteligencia descubre que es un imbécil.

Ahora que se le cae la carpa lo único que le queda es la nariz roja.


Algo de lo que se puede escuchar


Eliana Drajer y su muñequitachocadora


Mónica Navarro y su presentación en Buenos Aires


domingo, 15 de noviembre de 2009

Programa del 14 de noviembre


Editorial

por Carlos J. Aldazábal

¿En qué situación estará hoy Doña Ubenza? ¿Seguirá viva? ¿Se seguirá persignando por si acaso, seguirá cantando con su caja, llorando para adentro? Cada vez que escucho la versión del Dúo Salteño de esta canción las preguntas vuelven a insinuarse, pero lo hacen en plural, agregando a los interrogantes por el personaje concreto, la Doña Ubenza que conoció Chacho Echenique en su infancia y a la que le dedicó su composición, la angustia por las culturas indígenas eliminadas por las imposiciones de la cultura occidental.
Mucho se ha hablado de la “globalización”, pero la palabreja no es más que una metáfora para explicar una visión unipolar del mundo, versión que en su forma más cruenta vuelve a reeditarse en nuestro tiempo con las cruzadas petroleras de Afganistán e Irak. Lo cierto es que no hay nada más opuesto a la diversidad cultural que la globalización, proceso que desde nuestra periferia no puede más que padecerse como la imposición de un”deber ser” simplificador, “deber ser” que niega la pluralidad que nos hace humanos en nombre de abstracciones tan absurdas como “progreso” o “evolución”.
Y frente a esos mandatos Doña Ubenza con su caja, desafiando un poder incomprensible que le exigía amoldarse o perecer. Cantando para ahuyentar la muerte, la muerte que para muchos indígenas tenía y sigue teniendo la cara de un empresario (antes latifundista y ahora gerente de una multinacional) empeñado en llevar un “progreso” que terminaba significando, lisa y llanamente, la explotación del cuerpo indígena a favor del modernizador de turno. También, es importante decirlo, la desaparición de las religiones indígenas, apuntalada por el cristianismo (católico o protestante), fue (y es) parte de ese proceso, aunque los rituales de las religiones reprimidas hayan sobrevivido disfrazados; aunque la Pachamama haya seguido dándoles maíz a sus hijos, cuidando sus animales, para que ellos, los de la raza sin tiempo, pudieran sobrevivir junto a sus dioses.
A veces pienso que la diversidad cultural es un sueño perdido. El turismo parece haber transformado la ritualidad de las culturas en pantomima. El marketing ha logrado imponer una fórmula de “éxito” que garantiza a faranduleros y políticos sus diez minutos de fama. Las academias se proponen como una garantía de “calidad” frente al bastardeo de los medios, pero finalmente terminan admitiendo su función de guardianes de una cultura exquisita a la que sólo pueden acceder, en el medio de la desigualdad más absoluta, los que tienen solucionados sus problemas económicos. Entonces vuelve a sonar la voz de Doña Ubenza, utilizando las gargantas de Echenique y Jiménez, y la esperanza de que todavía sea posible resistir vuelve a encenderse.

Algo de lo que se puede escuchar

Hernán Randi
La cultura desde la historia


Guadi Calvo
Los Andes no creen en Dios



adelanto de la presentacion del libro
Cultura popular y música folclórica
1º premio de ensayo del Fondo Nacional de las Artes


Programa del 7 de noviembre

Editorial
por Walter Alegre

Soñaba que otro gallo cantó y el dolor se abolía. Soñaba que el hambre no se había llevado a nadie, que de las canillas de las casas de todos los niños brotaba chocolate caliente y que el egoísmo ya no tenía sentido si es que alguna vez lo tuvo.

Abrazándose a la almohada soñaba con sus ojos infinitos, su sonrisa perfecta, su piel fresca y sus promesas de amor.

Que nadie era tan valiente como para no arrodillarse alguna vez y nadie era tan cobarde como para no levantarse alguna otra.

Soñaba que el mundo se salvaba de la estupidez y que no era necesario pagar a nadie por nada.

Soñaba que los dioses crueles fueron echados de los cielos y los hombres justos gobernaban la tierra.


Antes del alba se despertó con un ladrillo en la mano…


Algo de lo que se puede escuchar

Molienda Urbana en las Ferias del Libro de Mendoza y Santiago (Chile)

20 años de la caida del Muro de Berlín

Maia Castro
presenta nuevo disco


domingo, 1 de noviembre de 2009

Programa del 31 de octubre

Editorial

por Carlos J. Aldazábal

Un golpe en el parche para que cante la tristeza de la lluvia, la lluvia que todo lo moja, la que se hunde en la tierra y amansa las venas de los volcanes.

Un golpe en el tambor, para recordar las piedras bajo el agua, las que chocaban mientras una corriente acariciadora las amontonaba en el lecho del río.

Ahí era donde todo empezaba: en el agua de la lluvia, la que empapaba hasta entumecer, hasta que el coro de ranas comenzaba el concierto. En el agua del río, el que hacía la perfección de los senderos, inquietamente cristalinos.

Lluvia y río. Agua y tiempo. El tiempo que todo lo termina. El tiempo que pasa como agua, pero que no acaricia ni consuela. El tiempo que me moja.

Golpeando contra mi cabeza el tiempo amontona sus piedras.

Soy un dique sin agua, que apenas agradece cuando llueve.

Y sin embargo, cuando llueve, mi memoria de río quisiera celebrar la humedad de lo seco, el verde que perdí, el rojo que amanece.

Mi memoria que es río, mi tristeza que es río, mi corazón tambor para las ranas, las cantoras del agua que se escuchan bien lejos, mientras la lluvia limpia mis heridas.


Algo de lo que se puede escuchar


Estela Calloni
nos anticipa:
EVO EN LA MIRA
CIA y DEA en Bolivia


Repor-cital en vivo
con el trío
COVACEVICH-ALEM-FURIÓ

jueves, 29 de octubre de 2009

Programa del 24 de octubre

Editorial
por Walter Alegre

Vuelo hacia el río en donde está mi refugio y me espera la noche.

A las palomas sólo les importa disputarles el cemento a las ratas.

Vuelan su vuelo corto dando por sol a los artificios.

Los perros-hombres se confunden en los rincones. Eluden a los gatos que se desovillan en busca de un bocado caliente.

Estertores de alcantarillas invitan a sumergirnos.

Miro hacia el río que me espera con su fragancia de mburucuyá.

Desde aquí se puede ver todo lo que no ven los hombres que están perdidos, como aquella mujer que está habitada por la muerte y no verá el amanecer.

Me elevo por sobre los fantasmas que me estremecen y de las luces falsas que queman mariposas.

Vamos hacia el río que vendrá, el que todo lo puede, a llevarse a uno de nosotros con sus garras.

Voy a ordenar mis sueños en los árboles de la orilla hasta que el sol me despierte por última vez.

Algo de lo que se puede escuchar

selecciona poemas
de Pueblos Originarios

Eduardo Peduto
dirige la película

Repor-cital en vivo
LINDA LINDA


miércoles, 21 de octubre de 2009

Programa del 17 de octubre

Editorial

por Carlos J. Aldazábal


Hay una respuesta en medio del murmullo. Una respuesta para todas las preguntas.

La pregunta sobre el sentido, por ejemplo, esa que intenta apelar a la razón para lo que no se comprende.

La pregunta sobre la felicidad, la infaltable, la que irrita por la dificultad de encontrar garantías. Pero también la que intenta descifrar estornudos, o el por qué de las risas y los llantos, o el qué hay del ayer, cuándo termina, hasta cuándo el futuro decidirá ocultarse.

Tantas preguntas para una respuesta.

Claro que hay formas, disfraces, escondidas, modos de transformar la potencia del grito. Por eso no se entiende en tanta charla. Por eso escandaliza cuando suena, o se advierte algún hombro levantado. No digo “qué mi importa”, digo “la desnudez, estamos solos, hay tanto por luchar y tantas zancadillas, tanta mediocridad, tanto alboroto, tanto imbécil a cuerda desbocado”. No cuesta imaginar la indignación del Diego, y la forma correcta que dibuja su boca. Los modos que les digo.

Pero lo otro, lo que cuenta, la verdad de la cosa, necesita atención de parte nuestra, esfuerzo de intuir, capacidad de asombro, sea que se aparezca vestida de puteada, o en tormenta de campo, al amparo del viento.


Algo de lo que se puede escuchar


Documental I:

La Vida Loca


Documental II

Monica Acosta: Regístrese, Comuníquese y archívese


Eduardo Méndez
reciportaje en vivo

miércoles, 14 de octubre de 2009

Programa del 10/10/09

Editorial
por Walter Alegre

Buenos Aires Negro anuncia la llegada de lamparitas de colores, Vinicius nos dice que el amor es el motor, Chico y el Gordo Alorsa nos dicen que hay que seguir, que vale la pena.

Se abrió una ventana.

Son los canarios que no saben vivir en libertad, somos los gorriones que no podemos vivir clausurados.

Se abrió una ventana y entró la luz, una luz esperada, intuida, se abrió la ventana y es nuestro deber abrir otras, todas.

Se abrió una ventana y Julieta asoma su hocico curiosa y yo detrás de ella deslumbrados por la luz que nos negaron.

Esa luz es nuestra y por allí se cuelan nuestros artistas que nos conmueven, la realidad que no nos gusta pero podemos cambiarla y el sol con su abanico cromático.

Es nuestra ventana la que debemos mantener abierta y asaltar lo que siempre fue nuestro.

La libertad esa utopia que nos ayuda a soñar. Se puede, se puede…


Algo de lo que se puede escuchar


Modesto Guerrero, en vivo


Jacobo Regen y Miguel Angel Pérez: poesía de alto vuelo


domingo, 4 de octubre de 2009

Programa del 03/10/09


Editorial

por Carlos J. Aldazábal

¿Quién te acunará, zambita, en este desvelo?
Cielo azul y un pañuelito blanco para la despedida.
Despedida o hasta luego, cantora que tanto bien me hiciste.
Hechicera de las siestas, cuando las chicharras al sol fosilizaban el espanto.
¿Y tu magia?, otros pañuelos blancos agitándose fuerte y el anhelo de tu voz en mi poema.
Pero también el Cuchi, amaneciendo en coplas, y tu luz incendiaria en los versos de Hamlet.
Y había un corazón agradecido, el mismo que ahora duele en el regreso.
Porque no te nos vas, sólo es regreso, siempre estamos volviendo al hueco de la tierra, al útero materno que dejamos atrás cuando nacimos.
Siempre es llegar para seguir volviendo.
Siempre es volver para nueva partida.
Lo único permanente era tu voz, inmune a todo cambio en su belleza.
Pero ahora hay silencio, y mientras te volvés para tus pagos hay una zamba huérfana.
No se puede dormir. Mejor dicho, no quiere.
Aquí se quedará, en su cuna de sueños, aguardando el momento en que tu voz la nombre.

Algo de lo que se puede escuchar

Asamblea por la Cultura
La Marcha de la Bronca

3º Feria del libro Social y Político

Repor-cital en vivo

jueves, 1 de octubre de 2009

Programa del 26/09/09

Editorial

por Walter Alegre

Todos vestimos de blanco.

El lenguaje está reducido a su mínima expresión.

Memoria es una palabra que carece de acepción porque casi todos la perdimos.

Quien se quiera ir puede hacerlo pero nadie lo hace. Estamos como dormidos en plena vigilia.

En los hospicios todavía hay locos que insisten en contar la historia de una era en la que cualquiera podía exponer sus ideas, no sabemos que quiere decir eso. Ellos hablan a coro repitiendo lo que escuchamos hace minutos en la pantalla. Ya me olvidé qué era.

Por suerte somos viejos y vamos muriendo.

Fingiendo compartir su cordura gozo de libertad vigilada.

Desde entonces adhiero a la historia a la que estamos autorizados a conocer. Ella cuenta, según la Prensa Sagrada, que la última revuelta sucedió allá por el 2010. Habla de un grupo de enfermos que poseídos por algunos de los demoníacos libros, que el Ministerio de Salud Pública quemó oportunamente, querían imponer una ley mordaza a la prensa libre.

La idea de elegir algo es ridícula, ya que estos subversivos ignoraban o hacían que ignoraban que los Editores eligen por nosotros.

Siempre fue así, por eso se eligen entre ellos cada cuatro años sumando el rating de los años bisiestos.

Aquellos que querían romper el orden social mediático fueron aniquilados.

Antes de esto había una gran disputa entre dos facciones. Hasta que los Sagrados Sócalos de la TV los unieron en la lucha contra el mal y triunfaron.

Desde entonces no hay discordia en Clarinlandia.



Algo de lo que se puede escuchar


Documental sobre Haroldo Conti

El Retrato Postergado

conversación con su director

Andrés Cuervo


I Festival Nacional Poesía en el Centro

Charla con los poetas Rodolfo Edwards y Guillermo Siles


Echale un vistazo

Puente Celeste

martes, 22 de septiembre de 2009

Programa del 19/09/09

Editorial
por Carlos J. Aldazábal

La memoria doblada en el ropero puede extraviarse. Es común que se pierda, que se ponga traslúcida, que pase frente a nuestras narices sin que el olfato funcione.

En esos momentos solemos parecer despistados: queremos atarnos los zapatos, y un tropezón nos lleva al suelo, queremos encender un cigarrillo y la nariz se nos quema, queremos pelar una papa, y es nuestro dedo el que se lleva el lastimado.

La culpa es del ropero, porque ahí la memoria se pone divertida, y le da por esconderse en su forma traslúcida, para vernos de lejos.

En estos casos graves, cuando la memoria nos lleva demasiados tropiezos, demasiadas curitas, demasiados incendios, lo mejor es usar las lágrimas de lupa. El método es sencillo: restregarnos los ojos hasta que al fin se pongan colorados, con ganas de llorar sin que se entienda, hasta nublar la vista. Esa es la señal para abrir el ropero, con la lupa bien puesta. Y ahí aparece: un pañuelo bordado con un poco de verde, pero blanco en el todo de la forma. La memoria extraviada, traslúcida, invisible, ahora transformada en un pañuelo que nos limpia los ojos para mirar de frente, sin que nos duela tanto lo perdido.


Algo de lo que se puede escuchar



la gestión Macri provoca malestar en el mundo de la cultura
Carlos Groba - Secretario gremial de AAA
La ley de servicios de comunicación audiovisual en el ámbito musical
nos visita
desde La Rochelle Francia al CCC Argentina

Programa del 12/09/09

Editorial
por Walter Alegre

Figuras humanas bailan confundidas con la basura desde donde nos lanzan discursos vencidos por viejos y derrotados.

Y la música ?

La música en sus tres dimensiones con la ausencia como medida de ese infinito que nadie puede llenar.

Y la danza que explica lo inentendible con el juego de los cuerpos desnudos para decirnos lo fugaz de nuestro paso.

Para descifrar ese infinito, el teatro comienza a rodar otra vez, ya en Siberia, ya en Teruel y siempre en Buenos Aires.

En ese cuadro que pintamos los trazos de nuestro derrotero que otro terminará.

Y el vino que consuela cualquier desolación, que ayuda a ver lo que no vimos. Hasta la próxima confusión, cuando debemos empezar todo de nuevo, con la metáfora disfrazada de poesía en el cuerpo que se acomoda en la víspera de nuestro nacimiento.

Y esa posición iniciática de desacomodarse para descubrir, una vez más, este universo siempre nuevo porque el arte nos lo revela a cada momento.

Como dijo la poeta Elena Annibali: El enigma de nuestra existencia es buscar la llave que nos la descifre y, cuando la encontramos, abre la puerta que nos voltea con millones de otras llaves.


Algo de lo que se puede escuchar


Antología Personal
Escribir en el aire
en el

domingo, 6 de septiembre de 2009

Programa del 05/09/09

Editorial
(por Carlos J. Aldazábal)

El señor enfermero, con el dedito en la boca, dice que me calle, que no siga opinando, que evite decir lo que estoy viendo.

El gran inquisidor, el dictador de turno, el idiota mediático. Con bigote o peinado a la gomina, con disfraz de Chaplin o peluca de abuela, con arrugas de avispa, con ojeras de zombie. Siempre con el poder para que todos crean las mentiras que dice.

El señor prepotente no quiere que un mosquito le vuele en el oído, no quiere que los árboles levanten la vereda de su casa cercada, de su castillo frívolo, de su cuenta corriente. Me grita que me calle con voz de policía. Pretende que me quede con los brazos cruzados viendo como redacta los nombres ganadores, pero también la lista donde incluye mi sangre. En fin, la misma Historia que viene redactando día a día, mes a mes, año a año, en los huecos de su conciencia.

El señor enfermero. El señor prepotente. Y yo que no escarmiento. Yo que insisto e insisto con mi vuelo pequeño de mosquito, de árbol poderoso, de vendaval de pueblos tocando sus campanas, para que nadie insista en querer que callemos, pacientes, asustados, apagando las luces.

No señor enfermero. Aquí estamos gritando. Por eso, para eso, estamos vivos.


Algo de lo que se puede escuchar


Selva Dipascuale

Carlos Rosero
artista plástico ecuatoriano

Alorsa de la Guardia Hereje
Un homenaje


miércoles, 2 de septiembre de 2009

Programa del 29 de agosto de 2009

Editorial
por Walter Alegre

Frente al parque Ameghino, sobre la avenida Caseros, se levantan sus muros.

Cuentan que su interior está vedado al sol, fuente de toda vida, porque la vida nunca lo habitó.

No sabemos qué es la muerte y el infierno que nos espera tiene tantas formas que no tiene ninguna.

Pero si alguna vez necesitáramos una metáfora del infierno podríamos recurrir a él porque por algo lo llaman “La Tumba, uno entra ahí y está muerto...

Me aseguran que hoy está vacío, sin un alma. Que al igual que el Santo Sudario contiene la imagen de Dios estampada en sus paredes, en su versión más Satánica.

En esos muros internos aún retumban los ecos del ruido de las rejas al cerrarse y el olor a orín añejo percudido en el cemento no se irá jamás.

Un linyera me contó que, por las noches, todavía se puede escuchar los gritos del último motín y que algún familiar despistado cae los domingos a visitar a los presos que ya no están.

Lo están demoliendo, como al Albergue Warnes y al Fuerte Apache.

Que curioso, muchos habrán vivido en los tres lugares. Gente a la que el destino no hace más que explotarles en los talones.

Sobre sus ruinas construirán otro Shopping y después de un tiempo nadie lo recordará. Como al cementerio de enfrente, que hoy se llama Parque Ameghino y se llena de chicos y perros los fines de semana. Este parque de hoy es la máscara del cementerio que a fines del siglo XIX enterró a miles de infelices víctimas de la fiebre amarilla, pero esa es otra historia...


Algo de lo que se puede escuchar


Diana Kamen y Mariano Dossena

y los elementos del humor

Repor-cital-en-vivo


lunes, 24 de agosto de 2009

Programa del 22 de agosto de 2009

Editorial

por Carlos J. Aldazábal

Algunas parecen sacadas de cuadros de Dalí. Otras, de un documental de Nacional Geographic: antílopes, leones, tigres de bengala, elefantes de la india. Algunas parecen postales que he vivido: un viaje en taxi con José Luis Manggieri, poeta generoso que murió de tristeza. O un viaje hacia el Perú, con destino algo incierto: ruinas de lo que fui ambientadas por sonidos de charango.

Otras tienen afición por la imagen del cine: ahí pasa Espartaco, gladiador y rebelde, prometiendo redención para los oprimidos. Y otras más pequeñas, con voz televisiva, me muestran a Zelaya con sombrero de cowboy, a Cromañón en llamas, a un jugador de fútbol gambeteando el fastidio de que quieran cobrarnos hasta el aire.

Así las veo, llevadas por la brisa de una tarde gentil: formas caprichosas en las que reposa mi cerebro, órgano inflamado, alentado a la imaginación y al recuerdo por la tímida complicidad de este cielo en agosto.


Algo de lo que se puede escuchar


de la mano de fractura expuesta


conflicto en los teatros de la Ciudad


antiguas presencias
repor-cital en vivo